Jóvenes mexicanos conquistan el Campeonato Mundial Juvenil de Kickboxing 2024
México ha reafirmado su lugar como cuna de grandes talentos en deportes de combate, y en 2024, el kickboxing juvenil ha sido el reflejo perfecto de este legado. Durante el Campeonato Mundial Juvenil celebrado en Budapest, Hungría, cuatro jóvenes mexicanos se convirtieron en protagonistas al conquistar la cima del podio en diversas categorías. Luyan Castro, Eduardo Sánchez y los hermanos Iván y Diego Durón ondearon la bandera tricolor, demostrando que el futuro de esta disciplina está en manos de una nueva generación que combina talento, esfuerzo y determinación.
Luyan Castro, un prodigio de apenas 8 años, rompió todos los esquemas al coronarse campeón en cinco diferentes categorías: formas creativas, formas creativas con armas, musicales, musicales con armas y formas por equipos. Con esta hazaña, el joven bajacaliforniano no solo se convirtió en la sensación del certamen, sino que también rompió el récord histórico del evento, superando los cuatro títulos de primer lugar que ostentaban otros competidores. Luyan compartió que cada vez que subía al podio sentía una emoción indescriptible, pero también un compromiso mayor. “Desde los cinco años he trabajado duro para llegar hasta aquí. Quiero seguir rompiendo récords y que en lugar de cinco medallas sean seis, y después siete,” expresó. Además, destacó la importancia de mantener la disciplina incluso en los días difíciles, cuando la motivación parece ausente. Para él, la clave está en recordarse constantemente que es capaz de lograr cualquier meta que se proponga. Aunque el kickboxing es su gran pasión, Luyan también disfruta del fútbol, y aprovechó para invitar a más niños a involucrarse en cualquier deporte, pues considera que los sacrificios siempre tienen una recompensa.
Por su parte, Eduardo Sánchez, originario del Estado de México, también dejó huella en Budapest al conquistar la medalla de oro en formas creativas musicales por equipos junto a Luyan Castro. Con solo 10 años, Eduardo compartió que su camino hacia el título mundial estuvo lleno de retos y aprendizajes. Su primera competencia nacional no resultó como esperaba, pero lejos de rendirse, usó esa experiencia como motivación para seguir mejorando. “Siempre soñé con ser campeón del mundo, y cuando finalmente lo logré, sentí que todo el esfuerzo había valido la pena. Llevo practicando kickboxing desde los dos años, y esta victoria es solo el comienzo,” declaró. Eduardo ya tiene en la mira su próximo objetivo: el Campeonato Panamericano, un torneo en el que espera continuar demostrando su talento y perseverancia.
Los hermanos Iván y Diego Durón completan este equipo de jóvenes campeones que hicieron historia en el Mundial Juvenil. Iván, de 8 años, destacó en la modalidad de combate, mientras que Diego, de 16 años, brilló en formas. Ambos comparten no solo un profundo amor por el kickboxing, sino también un lazo fraternal que los impulsa a superarse mutuamente. Iván reveló que su principal fuente de inspiración es su hermano mayor, quien siempre lo motiva a dar lo mejor de sí mismo. “Mi papá y mi hermano me ayudan mucho. Me dicen cómo mejorar y qué debo hacer para alcanzar mis metas,” comentó. Diego, por su parte, siente una gran responsabilidad al ser un modelo a seguir para su hermano menor. “Sé que Iván observa cada paso que doy, así que trato de ser la mejor versión de mí mismo para que él pueda superarme. Mi mayor motivación es verlo crecer y lograr cosas aún más grandes,” señaló.
El camino hacia el éxito no ha sido fácil para ninguno de estos jóvenes atletas. Todos ellos han enfrentado momentos de agotamiento físico y emocional, pero han aprendido a superar esos desafíos con el apoyo de sus familias y entrenadores. Para Luyan, Eduardo, Iván y Diego, el kickboxing no es solo un deporte, sino una forma de vida que les ha enseñado valores como la disciplina, la resiliencia y el trabajo en equipo. Su desempeño en Budapest no solo colocó a México en el mapa del kickboxing mundial, sino que también envió un mensaje poderoso sobre el potencial de las nuevas generaciones en este deporte.
Además de sus logros individuales, estos cuatro campeones comparten un sueño en común: ver al kickboxing incluido en los Juegos Olímpicos. Para ellos, sería una oportunidad única de representar a México en el escenario deportivo más grande del mundo. Mientras ese día llega, continúan entrenando con la mira puesta en futuras competencias internacionales, donde esperan seguir acumulando títulos y poniendo en alto el nombre de su país.
El impacto de estos jóvenes va más allá de las medallas y trofeos. Sus historias inspiran a otros niños y niñas a perseguir sus sueños, independientemente de los obstáculos que puedan encontrar en el camino. Como bien dijo Luyan, “lo más difícil del kickboxing es entrenar cuando no tienes ganas, pero ahí es cuando demuestras tu carácter y te das cuenta de que todo esfuerzo vale la pena.” Estas palabras resumen el espíritu de una generación que no conoce límites y que está decidida a seguir escribiendo su nombre en la historia del deporte mexicano.
México sigue demostrando que es una potencia en la formación de atletas de alto rendimiento, y el éxito de Luyan, Eduardo, Iván y Diego es solo el comienzo de lo que promete ser una era dorada para el kickboxing nacional. Con su talento, dedicación y pasión, estos jóvenes no solo representan el presente del deporte, sino también un futuro brillante que llevará al país a nuevos niveles de excelencia en el ámbito internacional.
Fuente: https://www.gob.mx/conade/es/articulos/mexico-cuna-de-campeones-mundiales-de-kickboxing?idiom=es
